Heartstopper

Un día me dieron ganas de ver algo light y bonito. Netflix anunciaba como estreno Heartstopper. ;Me puse a verla un poco porque me llamaron la atención los colores, un poco por aburrimiento, pero sin muchas expectativas.

La acabé y me pareció una serie muy hermosa en la que pasan cosas bonitas y donde la gente puede aspirar al amor y a los finales felices. Se trata de las historias de un grupo de adolescentes preparatorianos en algún lugar de Inglaterra que tienen más o menos los típicos conflictos de cualquier adolescente. Lo interesante de esta serie es que presenta el hecho de ser gay o bisexual o trans como una posibilidad más dentro de la vida, sin el peso del juicio o de lo terrible.

Por ejemplo en la serie Elle es una chica trans que se cambia de la escuela de los niños a la escuela de las niñas, y no se ve que nadie haga ningún aspaviento al respecto. Tao, su amigo de toda la vida, se siente triste porque se ha ido, pero en ningún momento cuestiona su decisión, sino que lo toma como algo normal y lógico: si ella se identifica como mujer, es obvio que deba ir a la escuela de las mujeres. Tao, en la segunda temporada, nos enseña que un ser humano puede enamorarse de otro ser humano, sin tenerse que clavar en complicaciones de género o sexo. Él ama a Elle y lo ha hecho desde antes de que se fuera.

_______________

Te invitamos a leer: Conocí a David Huerta

_______________

Ojalá la vida real fuera un poquito más así. Pienso en Camila Sosa Villada y las cosas terribles que narra en la novela Las malas o en Soy una tonta por quererte. Me refiero al odio, a la discriminación y a la poca esperanza de vida que tienen las mujeres trans en una sociedad como la argentina (como es su caso) o incluso latinoamericana. El destino de una mujer trans es simple: la prostitución, y en ese camino de vida lo más seguro es que termine asesinada y arrojada a una zanja con menos de 35 años de vida. 

Ciertamente no absolutamente todo es miel sobre hojuelas en Heartstopper, también existe la mentira, el odio, la incomprensión. Pero en realidad es una serie en la que el amor y la aceptación es lo que se ve en un 90%. Sí, está la historia de este muchacho abusivo, Ben, que tiene ciertos conflictos por aceptar que le gusta Charlie y por eso lo oculta, lo lastima, lo ignora. Y sí, la hermosa pareja que hacen Darcy y Tara es para derretirse, aunque a veces ellas mismas se tengan que enfrentar a que ciertas personas no puedan o quieran aceptar su homosexualidad; pero todo se supera, no hay dramas mayores a los de cualquier adolescente en esa etapa de descubrimiento de sí mismos.

Y luego, para cerrar con broche de oro: la increíble historia de amor entre Nick y Charlie. Personajes entrañables y hermosos que se aman tanto y se respetan tanto que uno no quiere otra cosa más que sean felices para siempre. Amo la manera en que se comunican con corazoncitos por Instagram, cómo se dicen “hola” y es más que suficiente para que se emocionen y sonrían, cómo se abrazan y están seguros de estar en el mejor lugar posible en el mundo. 

A veces hace falta ver cosas bonitas en la televisión, cosas que te hagan alejarte un poco de la realidad. Es bonita la esperanza. Y eso tal cual es Heartstopper.