“El periodismo es lúcida mente sin reposo, creador sin obra final”. Palabras de Julio Scherer, figura emblemática del periodismo mexicano y fundador de la revista Proceso; hombre de impecable trayectoria dedicada a la noticia, y que hoy falleciera a sus 88 años a causa de un choque séptico.
Su carrera en el periodismo daría inicio en la década de 1940 como mandadero en los pasillos del diario Excelsior, antes de cumplir 18 años. Para sus 22, ya publicaba en el vespertino Últimas Noticias y un año más tarde, en 1949, se volvió parte del periódico que le cerrara las puertas en 1976.
Crítico tenaz del sistema, se enfrentó a presidentes como Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría; el último fue de los orquestadores del golpe a Excélsior.
Tras su salida, con una decena de compañeros, Scherer fundó el semanario Proceso, cuyo primer número apareció el 6 de noviembre de 1976, dicha revista ha mantenido un tono crítico hasta la actualidad.
Con 22 libros publicados, entre los que destacan Parte de Guerra en coautoría con Carlos Monsiváis, Salinas y su imperio, Historias de muerte y corrupción, Vivir y Niños en el crimen, Scherer jamás abandonó su oficio.
Como reportero destacó por diversos reportajes y entrevistas, entre ellas la que sostuvo con el subcomandante Marcos, ex líder del EZLN.
Por su trayectoria periodística fue reconocido con el premio María Moors Cabat, 1971, y en 1977 como el periodista del año por Atlas Word Press Review de Estados Unidos. De moral intachable, en 1988 rechazó el Premio Nacional de Periodismo al ser entregado por el presidente, sin embargo, en 2001 decidió recibirlo al ciudadanizar su mayor pasión, el periodismo.
Julio Scherer García se va, pero deja una enorme herencia colmada de entrevistas y reportajes. Descanse en paz.
¡¡Gracias! por hacer una sencilla semblanza de este Gran Hombre. Queda su Obra y su Ejemplo para todas y todos, muy especialmente para quienes se dedican de manera profesional a la noble tarea de REPORTAR A LA SOCIEDAD los sucesos que atañen al acontecer de la vida nacional e internacional de manera objetiva, clara y analítica.
Dios se lleva a quienes han HONRADO SU VIDA y ofrece la oportunidad a quienes nos quedamos para INTENTAR HACER LO MISMO.