A una alumna

Fue mi primer grupo. Mis primeros alumnos y alumna (s). La primera clase que di durante mi paso por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, tarea que realicé incluso después de egresar.

Emocionado, conocí a un grupo de segundo semestre que a la fecha me trae muchos recuerdos, de entrada porque fue de las últimas generaciones que, considero, tuvieron una participación y gusto por la clase, pese al profesor, cuyo interés por ellos era nulo, –dado que impartía sólo una hora de clase (las asignaturas en Políticas duran dos en promedio) y les daba el examen ¡con las respuestas!–.

Sin embargo, yo hacía mi parte y ellos la suya. Daba los contenidos en la medida de lo posible y ellos participan y entregaban las tareas…, en la medida de lo posible. Sin duda, haber estado con ellos, me trae gratos recuerdos.

Situaciones, preguntas, y rostros vienen a mi memoria, en particular uno, el de una joven que sólo era bajita de estatura, porque de actitud e ímpetu, era bastante alta: Jessica Lisouli Vázquez Jácome. De carita singular, con pequeñas cicatrices como salpicaduras, era la que se dirigía a mí con mayor cercanía, de joven a joven, y no de profesor adjunto a alumna. Seguramente porque era mayor que yo.

–¿Qué pedo con las exposiciones, güey?– recuerdo que me llegó a reclamar por los trabajos dejados por el maestro. Mi respuesta se la daba con una invitación a quedarse a recibir la otra hora que no daba el maestro. Ella fue de las entusiastas que se quedaba para aclarar dudas, en compañía de varios de sus compañeros, debo confesar con gusto que era la mayoría.

Mi paso por esa materia concluyó; puedo decir que ella, Lisouili, fue de las personas con quien mejor me llevé, incluso después de que egresé. Cuando la encontraba entre pasillos platicábamos. Recuerdo muy bien su tono de voz y lo coloquial con lo que me hablaba de sus compañeros, de sus materias y de sus amigos. Siempre fue una persona que tuvo mi aprecio, por ser tan sincera, tan ‘derecha’, como se le conoce a ese tipo de gente.

Hace unos días me enteré de su sensible fallecimiento. Quedé estupefacto, atónito, no sabía cómo responder a la pregunta “’¿la conocías?”. Aparentemente fue atropellada en Eje Central por alguien que todavía no se conoce; su caso no se ha resuelto, ni siquiera en lo elemental, pues pareciera que busca ser archivado entre las múltiples investigaciones de la Procuraduría de la Ciudad.

Por ello, estas líneas, más que un homenaje póstumo a una sencilla, pero directa compañera, es un llamado de atención a las autoridades para que esclarezcan los hechos y se encuentre al o responsables de esta situación que despojó de la vida a una mujer que siempre respeté y de quien llevo memorias sólidas.

En este día, que se conmemora en México el día del estudiante, quiero sumarme al llamado de justicia por esta situación, pero, sobre todo, para que las autoridades cumplan con lo único que deben hacer: su trabajo.

Hasta siempre Jessica Lisouli Vázquez Jácome, mi primera alumna.


Nota de editor

Alrededor de la una de la mañana del pasado domingo, 14 de mayo, Jessica Lisouli Vázquez Jácome fue atropellada; el culpable se dio a la fuga. Los hechos ocurrieron en el Eje Central, a la altura de la Plaza de las Tres Culturas.

Amigos y familiares de la joven solicitan información a todo aquel testigo de los hechos, donde lamentablemente Lisouli falleció. Si lo presenciaste o conoces a alguien que lo haya hecho, favor de comunicarse a:

amigoslisoulijacome@gmail.com

A los celulares: 044 5545 6475 99 y 044 6651 3302 68.

O en la página de Facebook: Justicia para Lisouli Jácome.

#HastaSiempreLisouli

#HoyPorLiso


 

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